Moda de masas

Casi no salgo de nuestro espacio, entre MARIANA y JUANA RIQUE a penas tengo tiempo para salir a ver qué es lo que hay por ahí. Cuando acabo lo único que me apetece es disfrutar de mis sobrinos y mi familia, ordenar y poner al día mi casa,  etc..., vamos, cosas de lo más sencillas.



Sin embargo, siempre digo que no voy a comprar en un día que sea festivo aunque las grandes superficies estén abiertas, me niego rotundamente por distintas razones, pero, el afán de complacer los gustos culinarios de uno de mis sobrinos me llevó a pisar un centro comercial el Jueves Santo. 

Al salir, me planteo mil preguntas. A simple vista y sin entrar más que en dos o tres establecimientos de moda femenina de gran distribución  por aquello de  la curiosidad y ya que estás .... En fin, varias conclusiones rápidas, preguntas todas ellas, claro: 


  • ¿Qué busca la gente allí? 
  • ¿Habéis notado que el ambientador es tan intenso en todas ellas que sientes mareos? Aún así, huelen a plástico, a fibras sintéticas replanchadas, tocas un par de prendas y es tal el apresto que tienen que sales con las manos pegajosas .....
  • Será deformación profesional pero ...., ¿no os habéis fijado que el mismo patrón base lo tienen en varias marcas de gran distribución, en distintas calidades (en teoría) y tejidos?  
  • Entre todo lo que hay, que hay mucho, dejando a un lado que la mayoría es más de lo mismo, lo diferente escasea o no existe .....  Como resultado pienso, ¿se trata de "saturar"  al personal hasta que claudique? ¿Se piensan que la mayoría de mujeres son unas borregas ....?
  • A qué viene que todo el mundo compre lo mismo en todos los puntos del globo y diga al mismo tiempo que quiere ser diferente? La globalización es ideal para las empresas que pueden fabricar el  mismo producto más barato porque se basan en vender unas cantidades ingentes con unos costes mínimos. 

       Para ello, las grandes distribuidoras han encontrado en las redes sociales un aliado perfecto. Desde hace poco Instagram se ha convertido en una herramienta crucial, rápida,  muy visual y de poca lectura (el colmo de la comodidad). El lugar adecuado en el que mostrar esa perfección y esa individualidad perseguida por miles de mujeres que no es más que un espejismo y un instrumento de tortura total y absoluto. 

  • Las cadenas low cost no son tan low cost como dicen y lo saben, la publicidad (que dicen no realizar algunos) la localización de sus tiendas, la deslocalización de su producción, el incremento en el coste de los  combustibles y transporte, la guerra de precios entre ellas mismas, etc... les está pasando factura. Tal como está el nivel de vida hoy en día en España, el low cost es ahora un precio medio que no se justifica con la calidad que ofrece. Quizá la inmediatez y la compra poco reflexiva es lo que les está beneficiando en el corto plazo y el efecto "empuje" que sigue teniendo el hecho de seguir comprando en tiendas donde "nadie te molesta". 
  • Otro argumento que están utilizando para atraer a un público que cada vez posee más información es la ecología. Que si reciclan ropa, que si venderán ropa de segunda mano, que si el algodón es de cultivo ecológico, .... miles de excusas de marketing, puro marketing porque siguen produciendo en países donde no hay una legislación y un control adecuado en cuanto a condiciones de trabajo, contaminación, etc...

La estetización del mundo. Vivir en la época del capitalismo artístico (Anagrama), que escribió en colaboración con Jean Serroy, da pie al filósofo francés Gilles Lipovetsky para abordar en entrevista con Alejandro García Abreu la influencia de Paul Valéry, Andy Warhol y Walter Benjamin en la perspectiva actual del arte y reflexionar sobre cine, literatura, moda y cultura de masas

Bueno, no os doy más la matraca pero vamos que es increíble que nos dejemos llevar de esta forma. Se que no es el caso de nuestras clientas pero es que realmente, me da la impresión de que se está perdiendo el sentido común. Me da mucha rabia porque tampoco veo a la mujer mejor vestida que hace unos años, al contrario, cada vez que salgo a la calle me asombra la cantidad de mujeres que comparten ropa con sus hijas adolescentes, esos leggings transparentes que llevan como si fuesen pantalones, ropa escasa y apretada, fuera de talla y de todo gusto, ....... Cada vez más se pierde el sentido de la estética y la educación en el vestir, el respeto por el que te invita, el que tienes enfrente en definitiva. ¿Por qué tengo yo que estar viéndole el culo (sin perdón) a la persona que va andando delante de mi o a la que tengo delante en el gimnasio mientras pedaleo? Ni me interesa, ni me apetece. Hace daño a la vista y al gusto. 

Comprar poco y bueno no es caro, es duradero, te obliga a realizar un proceso de compra más consciente, te obliga a estar segura de la compra que vas a realizar y a centrar la atención en ti misma no en las tendencias o en lo que lleva la "Maripili" de turno. 

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