Carolina Herrera, real inspiration

La dama de la Alta Costura se retira. Una mujer con la que tenemos muchas coincidencias; la franqueza, no hablar de inspiraciones peregrinas, vestir a la mujer con aquello  que le  favorece, no le gusta hablar de tendencias, tampoco entiende que la mujer sea elegante "vistiendo" medio desnuda, no se pone nada en la piel por la noche contrariamente a los consejos de esteticistas varias y viste a la mujer con vestidos dignos de ser heredados por las generaciones venideras. 
Podríamos seguir citando más declaraciones que ha hecho a lo largo de su vida con las que coincidimos plenamente! 



Que pena nos da! Realmente es una mujer que viste a mujeres y que es consciente (y no le importa reconocerlo) de la vanidad femenina, de la competitividad y de lo que es la clase con mayúsculas .  Cada vez van quedando menos figuras con este perfil en el panorama actual y sinceramente, estamos un poco cansadas de directores creativos proponiendo tendencias que no favorecen en absoluto a las mujeres y que buscan darle un nuevo sentido a la feminidad enmascarándola de modernidad y androginia, feísmo y esperpento.


Carolina Herrera no niega que dejar su marca en manos más jóvenes sea un giro estratégico a nivel empresarial. ¿Querrá decir esto que realmente la moda para la mujer tomará un camino con el que ella ya no está de acuerdo o que ella, bajo su punto de vista es incapaz de crear? 
Si es así, nos contarán que las nuevas propuestas con tal o cual director creativo a la cabeza conservan el ADN de la marca, que la nueva colección es un soplo de aire fresco y que supone la renovación de una marca mítica, etc, etc...

En fin, la señora perfectamente maquillada y peinada, con su impoluta camisa blanca y su falda o pantalón de corte clásico, sus perlas y su decisión se retira.  La única que se atrevió a decir que la educación es lo primero para ser elegante. Como una señora de aquella época dorada en la que la mujer se vestía para cada ocasión, antes de escoger una pieza para una mujer se fija en cómo anda, qué porte tiene, dónde reside su elegancia (ni en su altura ni en su talla), de quién se rodea, en calidad de qué acude a tal o cual sitio, etc.. Una diseñadora que conocía a sus clientas como una modista de antaño, como aquella modista de la alta sociedad venezolana en Manhattan que además ejercía de cicerone para las recién llegadas.  Ese perfil no se volverá a repetir. Una mujer, al igual que Chanel, que dijo muchas verdades a sus coetáneas y a las jóvenes que están por llegar. 



NOTA: Hablamos de Carolina Herrera, creadora de Alta Costura. Aunque su línea de accesorios y de pret-a-porter tenga legiones de seguidoras la explotación bajo licencia de su marca es una extensión comercial de su filosofía pero no configura para nada una individualidad y una personalidad como lo que supone trabajar con una mujer en Alta Costura. 


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