Romy Schneider

Una mujer muy guapa en sus años de juventud pero mucho más interesante en sus treinta y cuarenta. Sin un cuerpo perfecto, sin una estatura destacable y sin medidas de modelo pero con una cara preciosa y un estilo inconfundible que la hizo mucho más interesante En un momento en el que el estilo de mujer tipo Jane Birkin arrasaba, ella, morena y  con una  imagen aparentemente clásica dejó lo evidente de lado para crear el misterio que si enamora. 

Sus facciones irradiaban clase y estilo, sus movimientos también. Aparentando una belleza clásica fue igual de rebelde que sus coetáneas (a las que si pusieron la etiqueta de "rebeldes" y "modernas") sin aparentarlo.