Ya estamos de nuevo aquí

Otra vez, de nuevo a puertas de Diciembre y ya "nos sale por las orejas" el temita de las cenas de empresa ……. Este año ya no, este año ya no pienso decir lo de siempre. Sólo diré que no hace falta vestirse de "perifollo" o de "boda" para asistir a una cena de empresa. Es más, no es correcto. 

La que no tenga salida en Fin de Año, celebración con amigas o similar en donde poder lucirse, pues …… no tiene más remedio que aguantarse. 

Lo hemos dicho en muchas ocasiones, una cena de empresa no es el lugar y tampoco el momento para destacar por "fiestera" y "original".Es el momento de, en un ambiente distendido poder conocer a tus jefes y compañeros de trabajo un poco mejor sin dejar un recuerdo que luego borrarías del mapa mental de toda la plantilla!! 

En fin, unas cuantas ideas: 

¿Por qué no aprovechas para incorporar a tu armario un buen vestido negro? ¿o un vestido camisero en seda?

 

Apuesta por prendas que puedas llevar a la oficina. Si tu trabajo te exige cierta formalidad a la hora de vestir como americanas, pantalones semi-vestir o blusas sé práctica porque en realidad, con unos buenos complementos podrás cambiar esas piezas las veces que lo necesites. 

Si trabajas desde casa o  en tu trabajo puedes usar ropa sport seguramente te apetecerá verte guapa y aprovechar el momento para mostrar lo mejor de ti. Sin embargo, no fuerces, no se te ocurra aparecer "dándolo todo" porque el resto del año vas de botas a la obra o similar. Esa no es una razón. Sentido común y seriedad. Un encuentro entre colegas de trabajo sigue siendo trabajo  y NO puedes aparecer con un look de fiesta. Debes aparecer con un look formal aunque con un punto más distendido.

El decálogo a seguir es el siguiente:

1. NO transparencias.
2. NO escotes exagerados.
3. NO minifaldas.
4. NO colores chillones o combinaciones llamativas.
5. NO maquillaje exagerado.
6. NO peinados trabajados o recogidos laboriosos.
7. NO plataformas. 
8. NO estampados estridentes. 
9. NO lentejuelas.
10. NO DISFRAZ!!

Conclusión ….. La de siempre. Si compras con cabeza todo encaja y realmente podrás llevar tus compras a distintas situaciones.