Tocado si, tocado no......
Como cada primavera con boda a la vista, la misma pregunta ¿me pongo tocado? Hasta hace relativamente poco hablar de un tocado era como hablar chino mandarín... pero ¡ojo! no todo vale, depende del vestido, el momento, el lugar y sobre todo, saber llevarlo, de lo contrario es mejor desistir. Nada de ir tiesa como un palo haciendo malabarismos, llevarlo con naturalidad es la clave. Como ya cometamos en algún post anterior
De día y de corto, obviamente, lo que manda son pamelas, sobreros o tocados de ala, resumiendo, vistosidad en tamaño y color.
De noche, el tocado es el rey. La fórmula es la siguiente, a medida que el día crece el adorno para la cabeza decrece. Personalmente aún siendo de noche preferimos vestido corto, el tocado y los vestidos largos no son la pareja ideal, por lo contrario cintas vintage, diademas pegadas o broches antiguos a modo de pasador son una opción perfecta.
A la hora de escoger tocado, procura que sea coherente con el vestido y que el conjunto completo sea armonioso, como se suele decir... antes la cabeza que el sombrero.
Y quién mejor que Anna de lo Russo para ilustrar un post sobre tocados, la mujer más "tocada" del mundo de la moda.
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