La Novia romántica

     Lo mas fácil hubiera sido  "plantar" un vestido de corte al talle, unos zapatos tipo mercedita, varios collares largos de perlas, etc ...... El caso es que  no nos gusta lo fácil. Lo fácil lo dejamos para los disfraces. No hay que olvidar que una cosa es inspirarse en los años 20 (o en cualquier otro tema del que se trate) y otra muy diferente es calcar el look. El resultado suele ser nefasto porque no se aprecia modernidad alguna y en este caso concreto, no queremos una sucedáneo de una chica-charleston del Chicago de los años 20. La evolución de los tejidos, los cortes, el uso de las prendas, etc...., permiten cambios  para acercar el resultado final a la situación actual. La realidad es que la mujer de hoy en día es más dinámica y necesita prendas más livianas, cómodas y versátiles porque su ritmo de vida, obviamente, ya no es el mismo que hace años. Para este tipo de novia sería un sueño poder rescatar alguna pieza de ajuar antiguo y utilizar tejidos, puntillas, entredoses, tules o materiales nobles que, sin duda, tendrán una pátina única, que sólo da el tiempo. 

     Nos encanta la idea de la falda en capas, de bambula de seda que,  aunque vaporosa, no alcanza a tener volumen. Cae recta y deja asomar unas sandalias negras (antiguamente las novias se casaban con traje de chaqueta negro o azul marino) altísimas, de pulsera, por supuesto, con una pequeña camelia (los años 20 supusieron el comienzo de la carrera de  Madmoiselle Chanel). Una blusita de organza con aplicaciones de bordados antiguos, cuello bebe maxi (muy de moda, que se lo digan a Miuccia Prada). Inevitablemente las joyas a lucir serán unos pendientes con forma chandelier de estilo art deco y una diadema que adorne las ondas propias de una señorita de época. 

   En cuanto a la ropa interior, importantísimo siempre, pero más, en un día tan especial, puede ser una combinación delicada de tul de seda y fino encaje (las de la Malizia by La Perla son un regalo estupendo para una novia) con un culote a juego, también en seda. El resultado será impresionante. Sexy, femenina y acorde igualmente con el estilo lucido de día. 

Hemos escogido, como complemento, un perfume de Penhganligon´s y la sortija de pedida, que no puede ser otra que (puestos a imaginar) un rosetón en platino y brillantes art deco. 

No se nos olvida nada, ah, si!!, si!!, el ramo!!, un pequeño ramito de muguet será suficientemente delicado para no restarle protagonismo al look y si para resaltarlo. 

NOTA: En caso de que la boda sea en invierno optaríamos por abrigar el conjunto con un precioso abrigo de lana con un amplio cuello de piel en visón crudo.