La idea de ir de boda estando embarazada suele ponernos los pelos de punta, no nos vale nada de lo que tenemos en el armario y encima nos vemos fuera de nuestra talla habitual. Elige algún diseño de talle alto, drapeado o plisado, pero que no sea ceñido. No renuncies a los tacones, recuerda llevarte unas bailarinas por si se te hinchan las piernas. Elige unos complementos llamativos que resalten y un tocado que estilice tu figura, alargado pero ligero. Vestido de Malene Birguer, zapatos de Tara Jarmon, broche y pendientes de Anton Heunis. |
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